La Fábrica de Hilados y Tejidos Bellavista fue fundada el 11 de septiembre de 1841 por la Sociedad Mercantil Castaños-Fletes constituida por el español José María Castaños y el jalisciense Ignacio Fletes.
Años después, en 1846, la fábrica se declara en quiebra a raíz de los fuertes problemas económicos por los que atraviesa, los obstáculos técnicos y la escasa capacitación de sus obreros. A su muerte, don José María Castaños le hereda a Bellavista su primera deuda de 136 mil pesos, a favor de la Casa Luzárraga de Guayaquil, Ecuador. La Casa Barron-Forbes, de origen inglés, adquiere la fábrica.
En el siglo XIX daba empleo a más de 350 obreros que trabajaban de 12 a 16 horas diarias, sin derechos laborales y desmoralizados bajo el yugo de patrones listos para castigar cualquier error y sin intención alguna de conceder ningún beneficio económico.
Es por eso, que este lugar también es conocido como uno de los lugares donde se desató la primera huelga obrera del siglo XX en México, y uno de los movimientos precursores del estallido general del inicio de la revolución mexicana. Esta fábrica funcionó hasta 1990 y hoy en día se encuentra una gran colección de materiales, herramientas, documentos y fotografías de la industria textil.
