El extraordinario músico Alejandro Manzo

8 mins read

Si pudiéramos medir la grandiosidad de las obras que dejó desde Nayarit para el mundo musical Don Alejandro Manzo, necesitaríamos un firmamento estelar para compararle con una astral dimensión. Sus “Mañanitas al Rey David” se cantan más que ninguna otra canción en todo México.

Nació en Guadalajara, Jalisco un 24 de abril de 1851, estudió en el Conservatorio de Música graduándose como concertista en varios instrumentos de cuerda y metal. Su padre era español y su madre mexicana, lo que influyó en su temperamento musical.

Su historia en la ciudad comienza en los últimos años del siglo XIX, 1894 para ser exactos. Llegó por invitación del Primer Obispo Diocesano de Tepic, Ignacio Díaz y Macedo quien le pidió resucitar de su silencio al monumental órgano de la catedral.

En todos los actos eclesiásticos y de alcurnia su presencia era obligada, Manzo ejecutaba connotados conciertos de piano y violín en dichas reuniones.

Fue amigo de Esteban Baca Calderón, de quien recibió muchas preseas y homenajes por su arte divino, también fue amigo personal de Luis Castillo Ledón a cuya esposa, la Señora Amalia de Castillo Ledón impartió clases de piano durante muchos años.

Fue aplaudido como concertista en el Teatro Porfirio Díaz donde presentó operetas y zarzuelas, así como acompañamientos a los artistas más importantes de esa época, entre ellas Ángela Peralta.

Una de sus obras para piano más destacadas lleva por nombre “Aires nayaritas” la cual recibió un premio internacional en la Exposición Ibero Americana de Sevilla en 1928. El Archivo Histórico de la Biblioteca del Conservatorio Nacional de Música cuenta con una copia de ella.

Escribió las canciones Entre palmares, Mi primera ilusión, Recuerdos de San Blas además de las Mañanitas de Tepic.

El Mtro. Alejandro Manzo con el grupo Los Tipiritipis, 1936.

Compartió su conocimiento con muchas generaciones de estudiantes de piano y formó un grupo de damas y caballeros llamado Los Tipiritipis que interpretaban piezas clásicas de ópera y piano.

El 15 de mayo de 1946 recibió una medalla de oro y reconocimiento al mérito por parte del Gobernador Gilberto Flores Muñoz en la escuela Amado Nervo, en ese acto se encontraban presentes sus discípulos. Se interpretaron sus obras más destacadas como “Aires nayaritas” en piano por parte del Mtro. Arturo Villalobos Sandoval.

Alejandro Manzo dejó de existir el 16 de mayo de 1950, tenía 98 años. Murió pobre, con pocos amigos, pero con un gran legado musical.

La periodista María Concepción Delgado, conocida como Concha Moños le dedicó algunas palabras en su sección “Entre Sociedad” del periódico El Nayar:

Faltándole dos años para cumplir un siglo de vida, el martes último a las 17.15 horas dejó de existir, después de penosa y prolongada enfermedad, que lo obligaron a conservarse postrado por muchos años, el señor Profesor don Alejandro Manzo, en su domicilio número 546 de la calle México de esta ciudad.

Con la muerte del Prof. Manzo, Tepic pierde a uno de sus más sólidos valores intelectuales, pues cuenta en su haber obras musicales de gran valía como los famosos “Aires nayaritas” amén de numerosas piezas del género lírico y estudios para escuelas. Fue maestro de piano de varias generaciones tepicenses, captándose la admiración y el reconocimiento de todas las clases sociales de su tiempo.

Como ya es tradicional en hombres de su talla, el Maestro Manzo murió en la más absoluta miseria, abandonado por todos sus amigos y familiares, conservando solo a su lado a su hija Dolores, a quien le patentizamos nuestras más sinceras condolencias.

Una pensión humilde que le proporcionaba el gobierno había que el Maestro Manzo pudiera supervivir ante tanta adversidad.

El sepelio del Maestro se verificó ayer a las 16 horas asistiendo algunos elementos oficiales y escasas personas amigas, así como alumnos suyos de piano y comisiones escolares de los planteles locales que depositaron en su tumba ofrendas florales.

Firma: Lady Astor

Su hija Lolita siguió viviendo humildemente en la casa paterna rentada hasta que, por el deterioro de esta, se derrumbó su techo, sepultando todas las pertenencias y la obra musical de Alejandro Manzo, privándonos a las nuevas generaciones del goce de su arte.

Sin embargo, su canción más conocida es cantada todos los días por miles de familias mexicanas en las celebraciones de cumpleaños.

Las mañanitas de Alejandro Manzo (1894)

Estas son las mañanitas
que cantaba el rey David
a las muchachas bonitas

que viven aquí en Tepic.
Si el sereno de la esquina
me quisiera hacer favor
de encender su linternita
mientras que pasa mi amor.

Despierta mi bien despierta
mira que ya amaneció
ya los pajarillos cantan
la luna ya se metió.

Qué bonita mañanita
parece que va a llover
así estaba la mañana
cuando e empecé querer

Estrellita reluciente
que alumbraste al creador
yo quisiera que vinieras
para alumbrar a mi amor

Despierta mi bien despierta
mira que ya amaneció
ya los pajarillos cantan
la luna ya se metió.

Amapolita morada
de los llanos de Tepic
si no estás enamorada
enamórate de mí.


Ahora sí señor sereno
le agradezco su favor
apague ya su linterna
que ya va lejos mi amor

Fuentes:

15 personajes ilustres de Nayarit en los últimos 50 años. Mongragón G., Julio. Tepic. 1983.

Rostros y Rastros El siglo XX a través de 101 protagonistas memorables. Greenham, P. Nayarit. 2005.

Catálogo del Archivo Histórico de la Biblioteca del Conservatorio Nacional de Música. Secretaría de Cultura. www.bellasartes.gob.mx

Diccionario Enciclopédico de Música en México. Pareyón, G. Universidad Panamericana. México. 2007.

El Nayar Diario del Mediodía. Entre Sociedad. Delgado, M.C. Tepic, 18 de mayo de 1950.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Historia anterior

Los Vagabundos

Siguiente historia

Los lavaderos de la Acayapan en 1922

Últimas publicaciones en

0 $0.00