Bajo un sol esplendente que unió al sentimiento popular para dar más emotividad al acto de ayer a las 12 horas, quedó descubierta en el Parque que lleva su nombre, la majestuosa estatua que perpetúa en bronce la memoria de uno de los hijos predilectos de Tepic, el cadete Juan Escutia.
Cien años después de registrado su acto heroico, el pueblo de Nayarit en espontánea cooperación levantó al glorioso Aguilucho un monumento, destacando el gesto de rebeldía indómita ante las balas del invasor, prefiriendo arrojarse desde una elevada torre del Castillo de Chapultepec al precipicio, envuelto en nuestro Lábaro bendito antes de entregarlo en manos de un enemigo superior.
En la tribuna levantada al acto se reunieron desde las 10 horas los más destacados funcionarios civiles y militares y los personajes intelectuales que con motivo de la celebración de los Juegos Florales nos visitaron, haciendo su arribo a la tribuna entre los aplausos del pueblo que asistió a la ceremonia.